Un aparador de madera de cerezo, un jarrón grande de cristal y una purera de taracea, son los elementos básicos de este rincón del salón. Sin embargo dentro de la simplicidad de las formas, la mesita castellana de noche reciclada con chalk paint, en tonos yute y rojo aporta al rincón un toque de glamour. El contorno del cajoncito en esmalte dorado metalizado, el mismo que usaría para dorar un marco, añaden cierto exotismo . La mesita sirve de base para una escultura en tres aceros, espejo, inoxidable y cortén del escultor Pedro Líndez. En la pared, un cuadro creado con chapas de refresco, aluminio y metacrilato del artista visual Alejandro Gorafe, infunden al rincón un toque POP-art.